Prensa Arquidiócesis de Mérida
(29-12-2024) Después de que la Banda de Guerra en Honor a San Benito de Palermo recorriera las distintas comunidades del municipio Rangel y se llevara a cabo la novena preparatoria para la gran celebración, la población de Mucuchíes celebró su fiesta en honor al copatrón de esta comunidad, San Benito de Palermo.
Esta festividad, al igual que la de Timotes, coincidió con los 500 años del nacimiento del Santo Negro.
En las vísperas de la festividad, se realizó una caravana con la imagen del santo hasta llegar al sector Los Dos Caminos, donde los devotos, año tras año, realizan un mural alusivo, el cual develaron al son de la música y los fuegos artificiales.

Ya el 29 de diciembre, desde muy temprano, las diferentes agrupaciones se preparan para participar activamente en la celebración. Cada uno se reúne en su comunidad para salir juntos a homenajear a San Benito de Palermo.
Los que más se hacen sentir en la fiesta de San Benito de Mucuchíes son los artilleros, quienes, con sus rostros pintados de negro y con trabuco en mano, honran al santo con la quema de pólvora. Junto a ellos, la Banda de Guerra baja en procesión desde la capilla de la comunidad de Misintá hasta el sector Las Colinas, sitio de encuentro de todos los devotos y promeseros del Santo.
En este lugar se ordenan las diferentes agrupaciones de giros y artillería presentes, quienes, por medio de su capitán, dan parte del número de giros, artilleros y danzantes presentes por cada comunidad, grupo o junta auxiliar. Este año se contó con la participación de más de 1400 sanbeniteros.
Posteriormente, se dio inicio al recorrido por las principales calles del pueblo hasta llegar a la Plaza Bolívar de Mucuchíes, donde se reúnen para escuchar la Santa Eucaristía que este año fue presidida por el presbítero Abdón Araque, sacerdote de la parroquia Santa Lucía de Mucuchíes.
En la celebración no solo participan los sanebeniteros y fieles de Mucuchíes; esta es una tradición que aglutina un gran número de devotos que llegan desde otros municipios e, incluso, estados para hacerse parte de una de las más importantes manifestaciones religiosas del páramo merideño.
Luego de la eucaristía, se realizó la procesión por las principales calles del pueblo. Al llegar de nuevo a la plaza, cada grupo hizo su presentación final como despedida para retornar a sus comunidades.