“La santidad es enamorarse, cada día más de Cristo”, fueron las palabras de esperanza que los dirigentes del movimiento de cursillos de cristiandad de la arquidiócesis de Mérida pudieron vivir a plenitud en la eucaristía de la conversión de San Pablo.
El pasado sábado 25 de enero, fiesta litúrgica de la Conversión de San Pablo y día del cursillista, se reunieron en la parroquia San Juan Bautista de Milla al norte de la ciudad, los cursillistas de la Arquidiócesis de Mérida, para celebrar su día con una Eucaristía Solemne, la cual estuvo presidida por Mons. Helizandro Terán Bermúdez, Arzobispo Metropolitano en compañía del presbítero Ronald Rojas, asesor del Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) de la Arquidiócesis de Mérida.
En su homilía, Mons. Helizandro manifestó que “El mismo Pablo nos narra un acontecimiento eminentemente personal e interno, Pablo se encuentra con Jesucristo resucitado, tal experiencia deja a Pablo renovado, unido totalmente a Jesús, aceptándolo como su Señor y Salvador”
Este encuentro sirvió de escenario para bendecir a los nuevos coordinadores del movimiento en las zonas de Tabay, Mérida, El Chama, Ejido y San Juan de Lagunillas y a su vez agradecer a los coordinadores salientes quienes con entrega apoyaron a sus grupos durante su misión encomendada.
El Padre Ronald expresó “quiero agradecer a los coordinadores que durante estos dos años han dado lo mejor de sí, trabajo, dedicación y esfuerzo, que sea el Señor que les recompense, por todo ese trabajo que han podido hacer por extender el Reino de Dios en cada uno de sus ambientes”. Por su parte Luis Sánchez, matrimonio director del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en Mérida, se dirigió a los presentes para animarlos y a su vez aprovechó para exhortarlos al testimonio diciéndoles que “Tenemos que ser como Pablo, celosos del amor y de la misericordia”.
Para concluir, monseñor Helizandro pidió a los cursillistas que a ejemplo de San Pablo se dejen convertir por Cristo.