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Movimiento de Cursillo de Cristiandad del arciprestazgo del páramo, realizó retiro espiritual

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La actividad estuvo guiada por el presbítero Ronald Rojas, asesor del MCC de la arquidiócesis, quien ofreció a los participantes un momento de profunda reflexión y conexión con Dios

Prensa Arquidiócesis de Mérida

(07-04-2025) El sábado 5 de abril, los dirigentes del Movimiento de Cursillo de Cristiandad (MCC) de la Arquidiócesis de Mérida, en el arciprestazgo del páramo, participaron con alegría y compromiso en un retiro espiritual que giró en torno al tema del año Jubilar de la esperanza.

El retiro fue realizado en la Parroquia Santo Domingo de Guzmán, en el municipio Cardenal Quintero.

El presbítero Ronald Rojas, asesor del MCC de la arquidiócesis, fue el encargado de guiar la actividad, donde ofreció a los participantes un momento de profunda reflexión y conexión con Dios.

Durante la jornada, el sacerdote animó a los asistentes a convertirse en verdaderos peregrinos de esperanza, inspirándose en el mensaje del Papa Francisco.

Yaimara Rondón, cursillista, compartió su emotiva experiencia sobre el retiro, afirmando que “este encuentro me invita a ser agente de esperanza, a trabajar esa virtud que Dios nos regala y a ser testimonio de esperanza, porque Cristo vive en mí; me motiva a infundir esperanza en mis hermanos y a dar fe de que un día llegaremos a la meta anhelada: la vida eterna junto al Señor”.

Rondón también destacó la importancia de la autoevaluación y la reflexión durante el retiro, y afirmó que fue una experiencia muy bonita y de mucha reflexión «que me impulsa a ser cada día una mejor católica y a seguir trabajando por amor a Dios y a mis hermanos”.

Este retiro espiritual no solo fortaleció el espíritu y la fe de los participantes, sino que también renovó su compromiso de ser verdaderos instrumentos de esperanza en sus comunidades.

A medida que avanza este año jubilar, el Movimiento de Cursillo de Cristiandad (MCC) reafirma su misión de guiar a más personas hacia una vida de fe activa, donde la esperanza se convierta en la fuerza motriz que los una como comunidad y los impulse a alcanzar la meta de la vida eterna junto a Dios.