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Habemus papam: León XIV se convierte en el papa 267 de la Iglesia Católica

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Con la tradicional fumata blanca desde la Capilla Sixtina, la Iglesia Católica ha dado la bienvenida a León XIV, el cardenal Robert Francis Prevost. Su elección marca el inicio de un pontificado centrado en la paz, el diálogo y la misión evangelizadora, en continuidad con el legado del Papa Francisco. En su primer mensaje, el nuevo pontífice llamó a construir puentes entre las naciones y reafirmó su compromiso con una Iglesia cercana a los más vulnerables

Prensa Arquidiócesis de Mérida

(08-05-2025) La Iglesia Católica ha iniciado una nueva etapa de evangelización con la elección del cardenal Robert Francis Prevost como papa.

La decisión fue tomada en un cónclave que comenzó el 7 de mayo y reunió a 133 cardenales, provenientes de más de 71 países de todo el mundo, quienes tras cuatro votaciones al interior de la Capilla Sixtina anunciaron al mundo que la Iglesia Católica ya tenía un nuevo pontífice: León XIV.

La rapidez del proceso reflejó el consenso entre los cardenales electores sobre su perfil pastoral y su capacidad de liderazgo.

Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro para presenciar el anuncio oficial, realizado por el cardenal Dominique Mamberti, quien pronunció el tradicional «Habemus Papam».

La elección de Prevost marca un hito en la historia de la Iglesia, al ser el primer pontífice estadounidense y peruano en asumir el trono de San Pedro.

¿Quién es León XIV?

Robert Francis Prevost nació en Chicago, Estados Unidos, el 14 de septiembre de 1955. Es hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia italiana, y Mildred Martínez, de ascendencia española.

Su formación académica comenzó en la Unión Teológica Católica, donde obtuvo una maestría en Divinidad en Teología y una especialización en Misión Intercultural en 1982. Posteriormente, estudió en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino (Angelicum) en Roma, donde obtuvo un doctorado en Derecho Canónico.

Su trayectoria en la Iglesia ha estado marcada por su compromiso con la Orden de San Agustín, en la que se ordenó sacerdote en 1982, ejerciendo como Prior General entre 2001 y 2013.

Su labor misionera en Perú, donde sirvió como obispo de Chiclayo, consolidó su cercanía con América Latina y su enfoque pastoral centrado en la justicia social.

Antes de su elección como Papa, Prevost ocupaba el cargo de Prefecto del Dicasterio para los Obispos, una posición clave en la administración eclesiástica del Vaticano.

Su perfil combina la experiencia en la Curia Romana con una profunda conexión pastoral en las comunidades más vulnerables.

La Orden de San Agustín: Vida fraterna, evangelización y servicio a los más necesitados

El arzobispo de Mérida, Monseñor Helizandro Emiro Terán Bermúdez, quien también pertenece a la Orden de San Agustín, expresó su alegría por la elección de León XIV.

«Como iglesia universal nos sentimos felices de tener un nuevo sucesor de Pedro en el Vaticano, León XIV, y como agustino que soy, me siento feliz de que sea el nuevo papa un hijo de San Agustín al igual que yo, y que lleva en su corazón esa espiritualidad de ese gran padre de la iglesia (…) Conozco a León XIV desde hace muchos años; fue mi superior cuando estuve de estudiante de teología en Roma. Agradezco al Señor el que le haya concedido a él ser su vicario aquí en la tierra», dijo Monseñor Terán.

Agregó el arzobispo de Mérida que debemos acompañar al nuevo pontífice en lo que ya el Papa Francisco había llamado en su momento «ser una iglesia peregrina, en marcha, en salida (…)».

Monseñor Terán describe al Papa León XIV como un hombre sencillo, humilde, cercano; «es un hombre que transmite un espíritu de fraternidad, que se nos enseña desde la regla de San Agustín».

Con respecto a la elección del nombre, el arzobispo de Mérida recordó que es un reconocimiento al Papa León XIII (1878-1903), quien, durante su pontificado, abrió las ventanas de la iglesia para el análisis de la realidad, del contexto social, político y económico del momento a través de su encíclica «Rerum Novarum», en la que abordó temas como los derechos de los trabajadores y la justicia social; en definitiva, un Papa que fue clave en la transición de la Iglesia hacia la modernidad.

«El Papa León XIV se ve que está en continuidad con ese espíritu de León XIII, pero también con el espíritu y la huella que nos dejó el Papa Francisco, de quien el nuevo pontífice fue muy cercano (…) No me queda más que elevar a Dios mi acción de gracias personal y la acción de gracias de toda la iglesia merideña por este don que nos ha dado, por este nuevo Papa que, esperamos todos, nos vaya conduciendo por el camino de la santidad», finalizó Monseñor Terán.

La elección de León XIV marca un hito en la historia de la Iglesia Católica Universal, al ser el primer pontífice estadounidense y peruano.

En sus primeras palabras tras la elección, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el nuevo Pontífice llamó a los fieles a «fortalecer la fe en Dios en un mundo marcado por el olvido espiritual», subrayando la importancia de la comunión en la diversidad e instó a los fieles a «andar adelante, unidos, sin miedo».

León XIV inicia un nuevo periodo para la iglesia bajo la esperanza y con énfasis en la paz, la misión evangelizadora y la cercanía con los más vulnerables.