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Mérida se unió en oración por el nuevo Papa León XIV

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Unidos en oración y alabanza, el clero y los fieles merideños, elevaron sus plegarias por el nuevo Papa, quien guiará la Iglesia en estos tiempos de gracia y desafío

Prensa Arquidiócesis de Mérida

(14-05-2025) Con una solemne eucaristía celebrada el 13 de mayo en la Catedral de Mérida, Basílica Menor “Inmaculada Concepción”, la Arquidiócesis de Mérida agradeció al Señor por el pontificado de Su Santidad León XIV.

Monseñor Helizandro Terán, arzobispo metropolitano de Mérida, presidió la celebración, acompañado por los presbíteros Alexander Rivera, vicario general, y José Gregorio Méndez, párroco de la Catedral, junto a una gran parte del clero merideño, seminaristas, religiosas, religiosos, movimientos de apostolado y fieles en general.

León XIV es el primer Papa de la Orden de San Agustín y ha asumido la misión de pastorear la Iglesia con sabiduría y caridad. Su elección invita a la renovación de la fe y al caminar juntos en comunión, siguiendo el camino de Cristo Jesús.

En su homilía, Monseñor Terán destacó que la Iglesia vivió con profundo dolor, serena oración y firme esperanza la partida del Papa Francisco, a quien agradeció sinceramente por su intenso y luminoso pontificado.

Asimismo, el arzobispo enfatizó que la elección del nuevo Papa León XIV es fruto de la guía del Espíritu Santo, quien, a través del Colegio de Cardenales, lo ha señalado como sucesor de Pedro.

Monseñor Terán también manifestó su alegría al considerar que el Papa León XIV, como religioso agustiniano, ha llamado desde el primer momento a la reflexión sobre dos pilares fundamentales: la unidad y la paz. Estos principios, inspirados en San Agustín, guiarán su labor como Vicario de Cristo.

El Papa León XIV eligió su nombre inspirado en el Papa León XIII, creador de la encíclica Rerum Novarum, la cual abrió las puertas a la doctrina social de la Iglesia.

«La Iglesia está en el mundo como signo y sacramento del reino de Dios, y nada le puede ser indiferente», expresó Monseñor Terán. Añadió que «nuestra oración en estos tiempos convulsionados ha de ser: Señor, danos tu paz. La paz que nos trae Cristo Resucitado, la que brota de su corazón. En esa fuente, en Él, en el Uno, somos todos uno, tal como reza el lema pontifical del Santo Padre León XIV.»

Finalmente, el arzobispo agradeció la numerosa presencia de sacerdotes, miembros de la vida consagrada y fieles laicos, quienes expresaron una profunda adhesión y fidelidad renovada al Santo Padre León XIV.