Su trabajo pastoral ha fortalecido el diálogo, la educación y el acompañamiento espiritual, reafirmando el papel de la Iglesia en la vida de los merideños. Además, ha forjado en Mérida un liderazgo cercano y comprometido con cada una de las comunidades
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(03-06-2025) La Arquidiócesis de Mérida celebra tres años del acompañamiento pastoral de Monseñor Helizandro Terán Bermúdez, quien asumió el cargo el 3 de junio de 2022, después de ser nombrado por el papa Francisco como arzobispo coadjutor el 19 de marzo de 2022.

La llegada de Monseñor Helizandro Terán por el páramo merideño estuvo marcada por una profunda religiosidad popular manifestada por los diferentes grupos, cofradías, movimientos de apostolado y el pueblo católico en general, quienes, con alegría, oración y manifestaciones culturales, dieron la bienvenida a estas tierras que, desde tiempos de la colonia, fueron evangelizadas por misioneros agustinos.
En Mérida, el arzobispo fue recibido en la redoma de las 5 Águilas Blancas, en la Vuelta de Lola, desde donde, en procesión vehicular, fue acompañado hasta la Catedral de Mérida, donde el Padre Reinaldo Muñoz le dio la bienvenida en nombre del clero arquidiocesano.

Un día después, en la Catedral Basílica Menor Inmaculada Concepción, se realizó una Solemne Eucaristía en la que Monseñor Ignazio Ceffalia, Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica en Venezuela, leyó su nombramiento como Arzobispo Coadjutor, cargo que desempeñó durante 8 meses, hasta que el 31 de enero de 2023 fue nombrado como el séptimo Arzobispo Metropolitano de Mérida.

Desde entonces, su liderazgo ha estado marcado por una profunda cercanía con las comunidades, promoviendo el diálogo, la formación espiritual y el fortalecimiento de la identidad cultural y religiosa de la región.
Monseñor Terán, miembro de la Orden de San Agustín, ha combinado su sólida formación teológica con una vocación de servicio que lo ha llevado a recorrer activamente las parroquias y espacios comunitarios de la arquidiócesis.

Su compromiso con la educación y la formación pastoral ha sido evidente en su impulso a programas de catequesis y acompañamiento espiritual, así como en su participación en iniciativas de desarrollo social.
Bajo su liderazgo, la arquidiócesis ha fortalecido su presencia en la vida de los merideños, promoviendo valores de solidaridad y esperanza en tiempos de desafíos. Su cercanía con los fieles y su capacidad para escuchar y atender las necesidades de las comunidades han consolidado su papel como un pastor accesible y comprometido.
La celebración de estos tres años es una oportunidad para reconocer su labor y renovar el compromiso de la Iglesia con el pueblo merideño.
La comunidad arquidiocesana se une en gratitud y oración por su misión, esperando que continúe guiando con sabiduría y entrega el camino de la fe en Mérida.