En medio de la adversidad provocada por las recientes lluvias en el páramo merideño, choferes de distintas comunidades se unieron en una caravana cargada de fe y esperanza para rendir homenaje a la Virgen del Carmen, su patrona y protectora
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(16-07-2025) Al sonar de las cornetas, con banderas y banderines y, sobre todo, con los corazones encendidos de devoción, conductores de distintas comunidades del páramo se reunieron para rendir homenaje a la Virgen del Carmen, patrona de los choferes.

Esta tradicional caravana, que se ha convertido en emblema de fe desde hace más de 20 años, recorrió las parroquias San Rafael Arcángel y Santa Lucía de Mucuchíes en un contexto especialmente emotivo, marcado por las afectaciones que sufrió esta zona del páramo por la crecida del río Chama el pasado 24 de junio y días posteriores.
Un acto de fe colectiva
Camioneros, taxistas, mototaxistas, choferes de transporte público y particulares formaron una extensa caravana adornada con imágenes, globos y mensajes de agradecimiento. Esta actividad fortaleció el vínculo espiritual que une a estos pueblos andinos con la Virgen del Carmen.

Al finalizar la caravana, los conductores y la feligresía en general se reunieron para participar en la santa eucaristía presidida por los presbíteros Guzmán Contreras y Abdón Araque, la cual se realizó en las cercanías de la Laguna de Mucubají, donde se encuentra la capilla a la Virgen del Carmen, parada obligatoria para los choferes que llevan productos agrícolas a los mercados nacionales; quienes encomiendan su ruta a su Santa Patrona antes de empezar a bajar el páramo vía Barinas.

En tiempos difíciles, la iglesia te acompaña
El padre Guzmán Contreras —párroco de San Rafael— realizó el recorrido con Jesús Sacramentado en sus manos, en un gesto de fe y consuelo. Lo acompañó el padre Abdón Araque, de la parroquia Santa Lucía de Mucuchíes, reforzando el mensaje de unidad entre las parroquias.

Ambos sacerdotes ofrecieron bendiciones y oraciones por la pronta recuperación de las zonas afectadas y por la protección de los habitantes del páramo.

“Jesús camina con nosotros en la adversidad, y la Virgen del Carmen nos cubre con su manto, nos protege y nos bendice aun en medio de la adversidad”, expresó el padre Guzmán durante la actividad.
La fe que mueve montañas
Más allá de la tradición, la jornada reflejó el sentir de un pueblo resiliente que, ante las dificultades, se aferra a su fe como motor de esperanza.

La caravana no solo fue homenaje, sino también una súplica, un momento de gratitud y un compromiso de que, a pesar de las circunstancias difíciles, Dios y nuestra madre celestial, la Virgen María bajo la advocación de la Virgen del Carmen, siempre nos protege.