La celebración central, en la Catedral Nuestra Señora del Pilar, estuvo presidida por Monseñor Helizandro Terán, Arzobispo Metropolitano de Mérida
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(26-07-2025) Con espíritu de gratitud y fe renovada, la comunidad católica de Barinas se congregó este sábado en la Catedral Nuestra Señora del Pilar para celebrar los 60 años de la erección canónica de su diócesis, creada el 23 de julio de 1965 por el papa san Pablo VI mediante la bula Apostolicum munus.
La solemne Eucaristía fue presidida por Monseñor Helizandro Terán, Arzobispo Metropolitano de Mérida, en calidad de pastor de la provincia eclesiástica a la cual pertenece la Diócesis de Barinas.
Según el derecho canónico, el arzobispo metropolitano tiene una función de primacía honorífica y de cierta vigilancia pastoral sobre las diócesis sufragáneas dentro de su provincia (cf. CIC, can. 435–438), por lo que su presencia en este aniversario no solo resalta la comunión eclesial, sino también la dimensión colegial del ministerio episcopal.
Junto a él concelebraron Monseñor Jesús Alfonso Guerrero, obispo de Barinas; Monseñor Ramón Antonio Linares Sandoval, obispo emérito de esta misma iglesia; Monseñor Gerardo Salas Arjona, obispo de Acarigua – Araure; y Monseñor Oswaldo Araque Valero, obispo de Guanare, acompañados por el clero diocesano, religiosos, seminaristas y una gran multitud de fieles que colmaron el templo para conmemorar esta significativa fecha.
Durante su homilía, Monseñor Terán hizo memoria de la historia de esta diócesis, alentando a los fieles a vivir su fe con responsabilidad y esperanza. Señaló que “mirar el pasado con gratitud impulsa a vivir el presente con compromiso, proyectándonos hacia el futuro con la firme intención de que el Reino de Dios tome forma en esta Iglesia diocesana”.
Recordó que, a lo largo de seis décadas, la Diócesis de Barinas ha sido testigo de la acción providente de Dios, y destacó que, pese a las adversidades, ha sabido mantenerse firme, reconociendo que “está fundamentada en Cristo”.
Monseñor Terán animó a todos los barineses a ser “sal y luz” en su tierra, construyendo una Iglesia que refleje la presencia viva de Dios y sea lugar de encuentro y reverencia.
Dirigiéndose al clero y a los consagrados, subrayó que la santidad de los pastores fortalece la pureza del lugar sagrado que es la diócesis. Añadió que la misión de la Iglesia, tal como lo recuerda el apóstol Pedro, es proclamar “las obras maravillosas del que nos llamó a su luz admirable”, lo que implica continuar la obra de Jesús, llevando adelante el Reino de Dios con generosidad y entrega.
Al referirse al plan pastoral, Monseñor Terán propuso una Iglesia “que acoge y abraza sin avasallar, una Iglesia en salida que acompaña personalmente, que es canal para que el Espíritu Santo actúe”. En este sentido, insistió en la importancia de dejarse guiar por el Espíritu, evocando a San Pablo: “Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios” (Rom 8,14).
Antes de finalizar la misa, Monseñor Jesús Alfonso Guerrero, obispo de Barinas, expresó su gratitud a todos los presentes, agradeciendo especialmente a los obispos concelebrantes, al clero diocesano y a los fieles: “Bendecimos y alabamos al Señor por habernos concedido arribar a estos 60 años de existencia. Gracias, monseñor Helizandro, por presidir esta Eucaristía y orientarnos pastoralmente”.
Agradeció también a quienes colaboran en las distintas instancias diocesanas y en la preparación de esta celebración, extendiendo una oración especial por quienes han brindado ayuda solidaria a los afectados por las recientes inundaciones.
Asimismo, Monseñor Ramón Antonio Linares Sandoval dirigió unas palabras, evocando con alegría el crecimiento pastoral y espiritual de la diócesis a lo largo de su historia.
La celebración culminó con una oración a la Virgen del Pilar, patrona de la diócesis, como acto de consagración y súplica por la fidelidad futura del pueblo de Dios en Barinas. Así mismo, se realizó el canto de la Salve y un himno especial por el aniversario, sellando una fecha histórica para la Iglesia de Barinas, que continúa su caminar misionero bajo el amparo de la Virgen del Pilar y guiada por el Espíritu del Señor.