Pbro. Edduar Molina
El 11 de junio de 1905, bajo la guía del evangelizador de la cultura y primer arzobispo, Monseñor Antonio Ramón Silva García, nacía el proyecto de un archivo eclesiástico, con el fin de resguardar y divulgar el patrimonio documental de la extensa diócesis merideña de la época.
Hoy, 120 años después, rendimos homenaje de gratitud a quienes sirvieron de celosos centinelas de este tesoro de la cultura, con un invaluable trabajo de verdadero servicio evangelizador, bajo criterios técnicos e historiográficos. Desde las primeras iniciativas del inolvidable sacerdote Luis Eduardo Cardona Meyer, a quien honramos con su epónimo en nuestra fundación AAM.
Hasta los progresos en las ciencias archivísticas del sacerdote eudista Miguel Prieto Arce, sin dejar de mencionar los desvelos en la organización del profesor Antonio Cortés Pérez y la dedicación y proyección académica de la profesora Ana Hilda Duque. Todos bajo la guía y sabia dirección de quienes han ocupado la sede metropolitana emeritense. A ellos nuestra eterna gratitud.
Me complace presentar la edición especial del libro álbum «Memorias de un Centenario: Arquidiócesis de Mérida 1923–2023», en el que se deja el testimonio de la acción misionera y presencia humanizadora de nuestra Arquidiócesis de Mérida en estas tierras andinas, su relación y trabajo en equipo con quienes tienen la misión de formar la ciudad de las luces, como la Universidad de los Andes, el gobierno regional, la Academia de Mérida, el clero y la vida consagrada, los grupos laicales, testimoniando una Iglesia sinodal, discípula y misionera.
Del mismo modo, se hacen públicos nuestros dos boletines, el N.°60, enero-junio 2024, y el N.°61, julio-diciembre 2024. Ambos boletines con una visión clara de evangelizar a través de la cultura y de difundir el trabajo arquidiocesano que se hace desde nuestra Iglesia merideña. El boletín N.°60 tuvo como propósito reunir a todos los repositorios documentales del estado Mérida: El Archivo General del Estado Mérida, el Archivo Universitario Eloi Chalbaud Cardona, la Biblioteca Febres Cordero y, por supuesto, nuestro AAM.
Dar a conocer el trabajo de estos entes documentales en pro del rescate de la memoria merideña. Esta edición contó con la colaboración del catedrático y miembro de la Academia de la Historia Colombiana, Dr. Silvano Pabón, que nos contribuyó en el debate de la memoria archivo al presente digital. En la sección del museo, entre otras actividades, nos enfocamos en la exposición de San Juan Pablo II, peregrino de la paz.
En el boletín N.°61, descuella el trabajo de otro intelectual de talla internacional, el profesor universitario de la Universidad Carlos III de Madrid, el Dr. Carlos Cruz Mundet; con su ensayo nos permite comprender el origen histórico de los documentos y de la escritura como elementos esenciales en la comunicación entre los seres humanos. También destaca el trabajo de la Dra. Rosa Sulbarán, que desde una perspectiva etnográfica y antropológica estudia las tradiciones músico-religiosas de los pueblos del sur del estado Mérida. En la sección del museo destacamos la vida de nuestro santo negro: San Benito de Palermo.
Hoy también nos alegra presentar la nueva sede de la bibliohemeroteca del Archivo Arquidiocesano de Mérida, que, con un ambiente adecuado y ajustado al trabajo investigativo, alberga colecciones de libros y revistas, gracias a la colaboración de los estudiantes Fernanda Hernández, Estefany Manzanilla, Javier Carrizo y Adrián Molina, de arquitectura del Instituto Universitario Santiago Mariño, y los seminaristas del Seminario Buenaventura de Mérida. Dios les pague por tan excelente trabajo.
Igualmente, les presentamos el sitio web oficial del Archivo Arquidiocesano de Mérida (https://archivoarquidiocesanodemerida.com/), una valiosa plataforma digital dedicada a ir más allá, en los espacios de la virtualidad, para ofrecer acceso público y académico a documentos de gran relevancia patrimonial, que abarcan siglos de historia, cultura, genealogía y espiritualidad.
En la web se pueden encontrar secciones que describen la historia del archivo, sus fondos documentales, sus servicios para investigadores y estudios paleográficos. También incluye el boletín digital, convocatorias académicas y acceso a recursos como publicaciones y boletines. La interfaz es clara, moderna y de fácil navegación, lo que facilita la consulta y el contacto directo con el equipo del archivo.
Por último, nuestro agradecimiento sincero al presidente de esta Fundación AAM, nuestro arzobispo Helizandro Terán, por abrir las puertas del Archivo a todos y permitir estas iniciativas, por hacer del archivo una familia al servicio de la evangelización de la cultura. Muchas gracias, Excelencia.
En palabras del recordado Papa Benedicto XVI, necesitamos personas que tengan “memores Domini”, es decir, que recuerden al Señor, que vivan en la memoria de Dios y de Jesús, y en esta memoria cotidiana, llena de fe y de amor, encuentren el sentido de cada cosa, tanto de las pequeñas acciones como de las grandes decisiones, del trabajo, del estudio, de la fraternidad. La memoria del Señor llena el corazón de una alegría profunda, como dice un antiguo himno de la Iglesia: «Jesu dulcis memoria, dans vera cordis gaudia» (Jesús dulce memoria, que da la verdadera alegría del corazón).[1]
MUCHAS GRACIAS.
[1] Mensaje del santo padre Benedicto XVI con ocasión del funeral de la Memor Domini
Manuela Camagni, de la familia pontificia. Roma, 30 de noviembre de 2010.