Como una sola Iglesia, la comunidad merideña celebró la canonización de José Gregorio Hernández y Madre Carmen Rendiles, dos venezolanos que con su vida sencilla mostraron y llevaron el rostro misericordioso de Cristo
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(20-10-2025) Con profunda alegría y gratitud a Dios, la Arquidiócesis de Mérida celebró este domingo una Eucaristía de acción de gracias por la canonización de los nuevos santos venezolanos: José Gregorio Hernández Cisneros y Madre Carmen Rendiles Martínez, ambos modelos de fe, servicio y entrega al prójimo.

La solemne misa se llevó a cabo en la Basílica Menor Catedral Inmaculada Concepción y fue presidida por Monseñor Helizandro Terán, Arzobispo Metropolitano de Mérida, acompañado por los sacerdotes José Gregorio Méndez, Vicario General; Jean Carlos Loaiza, Vicario de Pastoral, entre otros integrantes del clero merideño.

El acto inició con una emotiva procesión por la nave central del templo, en la que se llevaron las reliquias de los nuevos santos.
La reliquia de Santa Madre Carmen Rendiles fue portada por el personal del Colegio Nuestra Señora del Rosario, institución fundada por ella misma, mientras que la reliquia de San José Gregorio Hernández fue llevada por representantes del Colegio de Médicos del estado Mérida, simbolizando el encuentro entre la fe y la ciencia, rasgo que marcó la vida del “Médico de los Pobres”.

Durante su homilía, Monseñor Terán destacó que la canonización de estos dos venezolanos “nos recuerda que la meta de todo cristiano es la santidad”, subrayando que este camino no es una utopía, sino un proceso real que consiste en configurarse con Cristo a través del amor y la acción del Espíritu Santo.
El arzobispo señaló que tanto Santa Carmen Rendiles como San José Gregorio Hernández son “testimonio fehaciente de que configurarnos con Cristo es posible”.
Recordó que la nueva santa vivió una profunda unión con Jesús Eucaristía y fundó la Congregación de las Siervas de Jesús, dedicada a la adoración eucarística, el servicio al sacerdocio y la educación cristiana.

En Mérida dejó una huella imborrable con la fundación del Colegio Nuestra Señora del Rosario en 1955.
Sobre San José Gregorio Hernández, Monseñor Terán resaltó su ejemplo de fe, ciencia y caridad: “Ninguna adversidad detuvo su sueño de transformar a Venezuela desde la medicina, la academia y la atención al necesitado”.
Lo describió como un hombre que supo descubrir el rostro de Cristo en los pobres, mereciendo el nombre con el que el pueblo lo recuerda: el Médico de los Pobres.

Monseñor Terán también explicó que el culto a los santos “no es idolatría, sino expresión de la comunión de los santos”, recordando que al venerar a José Gregorio y a Madre Carmen, los fieles son llamados a fortalecer su unión con Cristo y a imitar su testimonio de vida.
Con esta eucaristía, la Iglesia en Mérida se unió al júbilo de todo el país, reafirmando su fe y su gratitud por el don de dos nuevos santos que iluminan el camino del pueblo venezolano. José Gregorio y Madre Carmen son hoy faros de esperanza y ejemplo de santidad cotidiana.