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Venezuela celebra en el Vaticano la santidad de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles

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La Iglesia venezolana celebró con gozo la elevación a los altares de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, en actos presididos por el Papa León XIV y el Cardenal Pietro Parolín

Prensa Arquidiócesis de Mérida

(20-10-2025) La Iglesia venezolana vivió una jornada histórica este lunes luego de la canonización de sus primeros santos: José Gregorio Hernández Cisneros y la Madre Carmen Rendiles Martínez. Los actos centrales se desarrollaron en el corazón del Vaticano, dejando un mensaje de fe, esperanza y servicio al prójimo.

La celebración comenzó con una misa de acción de gracias en la Basílica de San Pedro, presidida por el Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano.

En su homilía, el Cardenal resaltó el valor de la santidad vivida en la cotidianidad: “Nuestros corazones rebosan de alegría porque Venezuela tiene sus primeros santos. No uno, sino dos: santos para todos”.

Parolin invitó a los fieles a inspirarse en sus vidas, que combinaron amor a Dios y entrega a los más necesitados, como modelo de santidad accesible a todos.

Posteriormente, el Papa León XIV recibió en audiencia a los peregrinos que llegaron a Roma para este histórico acontecimiento.

El Santo Padre destacó que la vida de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles es un ejemplo de virtud y servicio: “En el servicio a los más frágiles florece la santidad de vida”, expresó.

Además, alentó a los fieles a regresar a sus comunidades con un compromiso renovado de vivir el Evangelio, imitando la dedicación y el amor al prójimo de los nuevos santos.

Esta canonización constituye un hito para la Iglesia venezolana, que ahora cuenta con dos santos que representan caminos distintos hacia la santidad: José Gregorio Hernández, médico y científico, ejemplo de caridad y entrega a los enfermos, y Carmen Rendiles, religiosa consagrada, modelo de oración, humildad y servicio educativo.

Con la canonización, Venezuela celebra no solo a dos hijos ejemplares, sino un legado de fe, servicio y esperanza que inspira a toda la Iglesia y fortalece la devoción del pueblo venezolano en cada rincón del país.