Prensa Arquidiócesis de Mérida
(10-03-2025) El sábado 8 de marzo, la comunidad del arciprestazgo de Ejido celebró la apertura del Templo Jubilar en el Santuario San Buenaventura.
La celebración dio inicio con una peregrinación de la Cruz, signo del jubileo, por las calles de Ejido.
La ceremonia fue presidida por Monseñor Helizandro Terán, arzobispo metropolitano de Mérida, acompañado por el Padre Olivo León, párroco de San Buenaventura, el Padre Edduar Molina, Vicario Episcopal de Pastoral, y los demás sacerdotes que forman parte de la zona pastoral de Ejido.
La misma se desarrolló en un ambiente de fiesta y reflexión, resaltando el significado profundo del Jubileo, un evento que invita a la comunidad a redescubrir la esperanza en Cristo.
Monseñor Terán, en su homilía, explicó que el Jubileo tiene una fuerte conexión con la Cuaresma, ya que es un tiempo de preparación y renovación espiritual. «Estamos celebrando el acontecimiento de haber sido salvados, redimidos por Cristo Nuestro Señor», dijo.
El Jubileo, que ocurre cada 25 años, no es solo una celebración, sino una invitación a todos los fieles para profundizar en su relación con Dios.
Este año, el Santo Padre Francisco ha enmarcado el Jubileo bajo la hermosa virtud de la esperanza. Monseñor Terán enfatizó que «Cristo es nuestra única esperanza, por eso jamás seremos defraudados por él».
Esta afirmación resuena en tiempos difíciles, recordando a la comunidad que la esperanza en Cristo es el pilar fundamental que sostiene cada aspecto de la vida.
El prelado también subrayó la importancia espiritual del Jubileo: «Este año jubilar es una oportunidad para reafirmar nuestra fe en Cristo. Estamos dándole a Jesús de Nazaret la bienvenida en nuestras vidas, como nuestro refugio y salvación».
Además, explicó que la celebración del Jubileo busca recordar la plenitud de la vida que Jesucristo ofrece, un camino hacia el Padre, donde todos encontramos seguridad y guía.
Asimismo, el arzobispo dio una breve catequesis sobre la indulgencia plenaria, un concepto esencial durante el Jubileo. Indicó que, para recibir este don, los fieles deben cumplir ciertos requisitos, como participar en la eucaristía, confesarse, elevar oraciones por el Sumo Pontífice y comprometerse a vivir en consonancia con los valores cristianos.
«Con un corazón humilde, nos unimos a toda la Iglesia universal en oración y buscamos apartarnos de la vida del pecado», afirmó.
La apertura del Templo Jubilar en el Santuario San Buenaventura marca el comienzo de un año de gracia y renovación para toda la comunidad de Ejido.
Es un llamado a vivir con esperanza y fe, un recordatorio de que, como bien dijo Monseñor Terán, «nuestro destino no está aquí, nuestro hogar definitivo es el corazón de Dios».
Esta celebración no solo fortalece la vida espiritual de la comunidad local, sino que también refuerza los lazos de unidad en la Iglesia.