La imagen de la Virgen y del Niño Jesús que sostiene en sus brazos fueron coronadas por dos niños del II Retiro de Serafines, en un gesto simbólico que resalta la pureza y la inocencia con que el pueblo honra a la Madre de Dios
Prensa Arquidiócesis de Mérida/Fotos de Loreymar Rojas
(02-06-2025) En un acto colmado de fe, alegría y profunda devoción mariana, se celebró la solemne coronación de la imagen de la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de Regla, patrona de Tovar y del Valle del Mocotíes, junto a la del Niño Jesús que sostiene en sus brazos.
El emotivo gesto fue realizado en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Regla por dos niños participantes del II Retiro de Serafines, como símbolo de la inocencia y la pureza con que la comunidad honra a la Madre de Dios.

La ceremonia reunió a numerosos fieles, quienes acudieron con imágenes de la Virgen María en diversas advocaciones, reflejando la riqueza y diversidad de la devoción mariana del pueblo católico.
Entre las advocaciones presentes estuvieron: la Virgen de Guadalupe, patrona de América Latina; Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela; la Inmaculada Concepción, patrona de la Arquidiócesis de Mérida; Nuestra Señora de Lourdes, la Virgen de Fátima, la Rosa Mística, la Niña María y la Virgen de Chiquinquirá, entre otras. Todas fueron bendecidas por el padre Amílcar Lobo, párroco rector del Santuario Diocesano.
Un mes dedicado a la Virgen María
Esta coronación marcó el cierre de un mes lleno de actividades en honor a la Virgen. Durante mayo, los distintos grupos de apostolado de la parroquia realizaron recorridos por las comunidades tovareñas con imágenes de María en sus distintas advocaciones, llevando bendiciones y fortaleciendo la fe del pueblo.

Durante su homilía, el sacerdote Lobo reflexionó sobre el pasaje evangélico de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel, destacando la actitud servicial de María, su humildad y su papel como portadora de la alegría y la presencia de Dios.
“Cada casa que recibe a María es bendecida, y también quienes participan en la misión de llevar su imagen. Ese hogar donde entra la Virgen recibe bendición (…) y esa casa o persona que ha dispuesto de la imagen también la recibe”, expresó.
También recordó que es el creyente quien cambia al servir a Dios, no Dios en sí, y que el culto que se rinde al Señor y a la Virgen nos transforma a nosotros. “Dios sigue siendo Dios, se mueva usted o no. Cuando usted realiza la misión, el que recibe la bendición es usted”, dijo.

Inspirado en las palabras de Isabel, subrayó cómo muchos se sienten indignos de recibir a la Virgen, pero aun así, ella llega con su bendición: “¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Así quizás muchos decían: ‘pero es que yo no estoy casado por la Iglesia’, y aun así, la Virgen visita”.
Finalmente, el cura párroco rector del Santuario destacó que la presencia de María en nuestros hogares y comunidades trae alegría espiritual y gracia celestial.
Finalmente, el sacerdote agradeció a quienes se hicieron parte de las diferentes actividades: “Quiero agradecer desde el fondo del alma a todas las personas que se tomaron en serio esa misión de llevar la Virgen un día a cada hogar distinto” y culminó invitando a los feligreses a que «con la celebración de la Visitación de la Virgen María a Santa Isabel y la coronación de Nuestra Señora de Regla, permitamos que ella sea la reina de nuestras vidas».