Desde un viaje al pasado en el Parque Temático “Los Aleros” hasta una visita a la histórica parroquia de Mucuchíes y la majestuosa Laguna de Mucubají, la jornada estuvo marcada por la cercanía pastoral, la riqueza cultural merideña y el fortalecimiento de los lazos eclesiales
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(19-06-2025) En el marco de su visita pastoral al estado Mérida, Su Excelencia Monseñor Alberto Ortega Martín, Nuncio Apostólico en Venezuela, compartió el pasado miércoles una jornada fraterna y espiritual junto a varios miembros del clero merideño, encabezados por Monseñor Helizandro Terán, Arzobispo Metropolitano de Mérida, y el Reverendo Padre Alexander Rivera, Obispo electo de la Diócesis de San Carlos.

La jornada inició con un paseo recreativo en el Parque Temático «Los Aleros», ubicado en las montañas del estado Mérida, donde fue cálidamente recibido por el personal del parque y por su fundador, el señor Alexis Montilla, quien personalmente guió a Monseñor Ortega y a sus acompañantes por las instalaciones.

Durante el recorrido, se destacó el valor cultural y turístico del lugar, que representa la vida tradicional andina del siglo pasado, y que permite a los visitantes conectarse con las raíces del pueblo merideño.

Posteriormente, la comitiva se trasladó hasta la histórica población de Mucuchíes, en el corazón del páramo merideño. En la parroquia Santa Lucía, Monseñor Ortega fue recibido con muestras de afecto por un grupo de fieles y miembros del clero del Arciprestazgo del Páramo.

Allí, presidió un momento de oración y bendición en la iglesia, con especial énfasis en el lugar donde reposan los restos de Monseñor Jesús Manuel Jáuregui Moreno, figura significativa en la historia eclesial del estado.
La jornada culminó con una visita a la majestuosa Laguna de Mucubají, uno de los parajes naturales más emblemáticos del Parque Nacional Sierra Nevada.

En un ambiente distendido y de fraternidad, Monseñor Ortega compartió con los sacerdotes presentes, disfrutando de la belleza del paisaje andino y del clima sereno que caracteriza esta zona del país.
Este encuentro, marcado por la cercanía, la alegría y el aprecio mutuo, fue una oportunidad para fortalecer los lazos entre pastores y promover momentos de descanso y fraternidad en medio del servicio pastoral.
