Con fe y tradición, la Parroquia Santa Ana celebró su primera Fiesta Patronal junto al Jubileo del Adulto Mayor. Una jornada de devoción, comunidad y cultura que unió generaciones en el corazón de la parroquia
–Prensa Arquidiócesis de Mérida
(28-07-2025) El pasado 26 de julio, la Parroquia Santa Ana vivió con júbilo y fervor su primera Fiesta Patronal en honor a Santa Ana y San Joaquín, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús.

Desde el 17 de julio, los sectores y grupos de apostolado organizaron la novena y la misa dedicada a Santa Ana, cuya devoción culminó el viernes con una emotiva procesión que recorrió toda la parroquia hasta llegar a la Iglesia La Milagrosa.

La jornada central comenzó el sábado 26 con actividades frente al templo parroquial, como una exposición, vendimia y asistencia médica, seguido del retorno en procesión de la imagen de Santa Ana desde La Milagrosa y la Solemne Eucaristía, presidida por el padre Nelson Arellano, párroco de San José Obrero. Lo acompañaron los sacerdotes John Chacón, párroco de Santa Ana, y José Luis Toro, párroco universitario.
Durante la homilía, el padre John recordó el papel esencial de los abuelos, inspirados en Santa Ana, como maestros de oración y educadores llenos de fe, amor y paciencia.

Con gran alegría, anunció que el templo parroquial cuenta desde el 25 de julio con una escultura artesanal de Santa Ana, elaborada en San Cristóbal. “Una verdadera obra de arte que desde hoy engalana nuestro templo”, expresó con gratitud por el esfuerzo colectivo que hizo posible su instalación.
Doble celebración
La Fiesta Patronal coincidió con el Jubileo del Adulto Mayor en el marco del Año Jubilar “Peregrinos de la Esperanza”, lo que permitió una celebración aún más emotiva y significativa. Los adultos mayores participaron masivamente, acompañados de hijos y nietos, fortaleciendo los lazos familiares y espirituales.

Tras la Eucaristía, se ofreció una presentación cultural con música y danzas, cerrando las festividades con una animada caminata familiar que dio testimonio del espíritu comunitario y celebrativo de la parroquia.