La devoción al Santo Cristo de Aricagua volvió a unir a la comunidad en una de las expresiones más profundas de la fe católica merideña
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(07-08-2025) Aricagua celebró sus fiestas patronales en honor al Santo Cristo, coincidiendo con la Solemnidad de la Transfiguración del Señor. Este encuentro espiritual congregó a numerosos fieles, tanto de la comunidad local como de distintas regiones del sur del estado Mérida y del país, quienes acudieron para agradecer favores, cumplir promesas o simplemente rendir culto al Santo Cristo, protector y guía del pueblo.

La Eucaristía solemne fue presidida por el padre José Juan Flores Molina, párroco rector del Santuario Arquidiocesano Santo Cristo de Aricagua, y concelebrada por los presbíteros Albeiro Ramírez Díaz, Jhon Jairo Dávila Calderón y José Amílcar Lobo. También participaron diáconos permanentes y una nutrida asamblea de fieles.
Durante la homilía, el padre Flores resaltó la historia de fe que acompaña a la comunidad desde los primeros evangelizadores agustinos, en especial el padre Diego Navarro, quienes trajeron consigo la imagen del Santo Cristo y sembraron el Evangelio en estas tierras hace más de dos siglos.
“Dios escribe derecho en líneas torcidas”, afirmó el párroco, al recordar cómo los primeros pobladores trasladaron la imagen desde el sector de El Manteco, hoy Pueblo Viejo, hasta el lugar donde se levanta actualmente el santuario.
El presbítero animó a los presentes a no reducir la fe a una celebración anual, sino a vivirla con perseverancia. “No podemos quedarnos solamente en la fiesta del seis de agosto. Esta es una forma especial de resaltar la presencia del Santo Cristo, pero debemos ser consecuentes y buscar a Dios cada día”, exhortó.

Invitó a todos a convertirse en auténticos misioneros del amor de Dios, profundizando el conocimiento de las Sagradas Escrituras y participando activamente de los sacramentos.
Asimismo, explicó que la Transfiguración del Señor es una ocasión para renovar la experiencia de fe, recordando que Dios se sigue manifestando hoy a través de signos, milagros, reconciliaciones familiares y sanaciones que han marcado la vida del pueblo creyente.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la bendición de una réplica de la imagen del Santo Cristo de Aricagua, iniciativa impulsada por Monseñor Helizandro Terán, arzobispo metropolitano y miembro de la orden agustina.
La imagen está destinada a iniciar una peregrinación por distintas parroquias de la arquidiócesis, comenzando por los pueblos del sur, con el propósito de llevar esperanza, avivar la fe y custodiar la imagen original del santuario.
Antes de concluir la Eucaristía, el padre José Juan agradeció a los feligreses que colaboraron con la elaboración de la réplica y la organización de las fiestas. Su compromiso, dijo, es reflejo del amor vivo que esta comunidad profesa al Santo Cristo.
La celebración culminó con una solemne y multitudinaria procesión por las calles del pueblo, en la que por primera vez salió la nueva réplica del Santo Cristo. Fue un recorrido lleno de signos de devoción: cantos, oraciones, lluvia de pétalos, repique de campanas y pólvora.
La Cofradía del Santo Cristo de Aricagua y numerosos fieles acompañaron con fervor este momento histórico, reafirmando una vez más la identidad cristiana de esta comunidad merideña.
Con estas celebraciones, Aricagua no solo reafirma su fe, sino que acaricia el sueño de ver al Santo Cristo convertido en patrono espiritual de los pueblos del sur.