Cada mes, en silencio y adoración, los fieles de El Valle descubren en la “Noche de Adoremos” la fuerza transformadora de la Eucaristía, que convoca a niños, jóvenes y adultos alrededor de Jesús presente en el Sagrario
(30-08-2025) La parroquia San Isidro Labrador de El Valle celebró este jueves 28 de agosto la tercera edición de la “Noche de Adoremos”, un espacio mensual de oración y encuentro con Jesús Eucaristía que ha venido creciendo en fervor y participación entre los fieles.

El proyecto, impulsado por el padre Gabriel Rivas, párroco, nació de una experiencia personal de encuentro profundo con Jesús Sacramentado. “Quiero que otras personas vivan lo mismo: ese momento en el que descubrimos que Él siempre está allí, esperándonos en silencio, dispuesto a llenar nuestro corazón con un amor que sólo la Eucaristía puede dar”, expresó.
Cada edición de la Noche de Adoremos presenta una temática distinta. La primera estuvo dedicada al llamado de los discípulos; la segunda, a la sanación; y esta tercera edición se orientó a la Hermandad de Emaús, un movimiento laical que vive un auge en la Iglesia venezolana. “Queríamos que ellos también tuvieran esta experiencia de encuentro vivo con el Señor”, señaló el párroco.
La comunidad parroquial respondió con gran entusiasmo, integrando tanto a niños como a jóvenes en la logística y en las dramatizaciones que acompañan las reflexiones. Este detalle, según el padre Rivas, resulta especialmente significativo: “Lograr cautivar a los niños en vez de aburrirlos es un reto, y sin embargo ellos mismos preguntan cuándo será la próxima edición”.
La “Noche de Adoremos” ha permitido acercar nuevamente a personas que estaban distantes de la vida parroquial. “Ha sido una experiencia refrescante, porque si bien los grupos de apostolado asisten siempre a la misa, este espacio ha cautivado también a quienes necesitaban reencontrarse con el Señor. Cada noche deja frutos positivos: más compromiso, más alegría y corazones encendidos como los discípulos de Emaús”, afirmó el párroco.

El mensaje central es sencillo pero profundo: invitar a los fieles a buscar en cada parroquia ese encuentro con Jesús Sacramentado, que permanece en el Sagrario deseoso de recibirnos.
“En medio de tantas dificultades de la vida diaria, este es un espacio para dejarse renovar por Dios, para darle nuevamente el lugar privilegiado que le corresponde en nuestro corazón”, destacó el padre Gabriel.