Con la certeza de que toda vida es un don de Dios, la parroquia San José Obrero se unió al llamado mundial por la prevención del suicidio, realizando un conversatorio junto a la campaña “CONTINÚA”, para iluminar con esperanza el camino de quienes atraviesan el duelo
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(05-09-2025) Enmarcado en el mes de la prevención del suicidio, el miércoles 3 de septiembre, en el salón parroquial La Confraternidad de la parroquia San José Obrero, se desarrolló el conversatorio “Suicidio y duelo por suicidio”, organizado por la campaña “CONTINÚA”.
La jornada permitió reflexionar sobre una realidad que toca la vida de muchas familias, abordando los factores de riesgo y de protección, el duelo por suicidio y la importancia de las redes de apoyo.
La psicóloga Anyiseth Sequera, fundadora de “CONTINÚA”, destacó que se trata de una campaña sin fines de lucro surgida en Valencia, estado Carabobo, en el año 2019.
Actualmente, se ha extendido a diversas regiones del país, incluyendo la zona andina (Mérida y Trujillo), además de los estados Aragua, Cojedes, Sucre, Zulia y el Distrito Capital.
La iniciativa también mantiene presencia activa en redes sociales, especialmente en Instagram, a través de la cuenta @continua_vzla.
Bajo el lema “Los días no serían iguales sin ti: gracias por estar aquí”, la campaña reúne un equipo multidisciplinario compuesto por psicólogos, terapeutas psicosociales, médicos, abogados y otros profesionales, quienes trabajan tanto en la prevención como en la posvención, acompañando a quienes atraviesan un duelo por suicidio.
Anyiseth Sequera y Javier Enríquez, integrantes del equipo nacional de “CONTINÚA”, participaron como ponentes principales.
En la zona andina la labor es coordinada por Pierina Murillo, quien, junto a la parroquia San José Obrero, hizo posible este encuentro de escucha, formación y esperanza.
Con estos espacios, la Iglesia se suma al llamado universal en el mes de septiembre para crear conciencia sobre la prevención del suicidio, alentando a valorar el don de la vida y a caminar juntos en la fe y la solidaridad.