Bajo el manto de la Virgen del Rosario, la comunidad parroquial se reunió en oración para celebrar su fiesta patronal, recordando que el rezo del Santo Rosario sigue siendo camino seguro hacia Cristo
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(08-10-2025) Con gran fervor mariano, la parroquia Nuestra Señora del Rosario celebró, el martes 7 de octubre, la Misa central de sus fiestas patronales, en honor a su excelsa patrona.
La solemne Eucaristía fue presidida por Monseñor Helizandro Terán, Arzobispo Metropolitano de Mérida, y concelebrada por el padre Luis Alejandro Salas, párroco de la comunidad, junto a los sacerdotes Guzmán Contreras, Orlando Montilva, Yornis González y Eliecer Ramírez.

En su homilía, Monseñor Helizandro Terán destacó la profundidad espiritual del rezo del Santo Rosario, “una oración que nos permite mirar a Cristo con los ojos y el corazón de su Madre”.
Recordando las palabras de San Juan Pablo II, el Arzobispo explicó que rezar el Rosario es “comprender a Cristo desde María”, pues en ella encontramos el modelo perfecto de escucha, contemplación y fidelidad a la voluntad de Dios.
“Recorrer con María las escenas del Rosario es como ir a su escuela, donde aprendemos a conocer a Cristo, a penetrar sus misterios y a seguirlo con amor. Ella nos invita a decir cada día con humildad: ‘Hágase en mí según tu palabra’”, expresó.

Asimismo, Monseñor Terán recordó que el Rosario no es solo meditación, sino también súplica confiada, porque María, mediadora maternal, intercede ante su Hijo por todas las necesidades de sus hijos.
“El Rosario es un arma espiritual que nos fortalece en la fe, nos une en la familia y nos hace instrumentos del amor misericordioso de Dios”, afirmó.
La jornada central comenzó con el rezo del Santo Rosario en la cancha techada del Colegio Salesiano San Luis, desde donde partió la procesión con la imagen de la Virgen del Rosario hacia el templo parroquial.
El padre Luis Salas, párroco de la comunidad, agradeció la participación de todos los feligreses que hicieron posible la celebración de la novena y de las fiestas patronales.

“Damos gracias a Dios y a nuestra Madre del Rosario por permitirnos vivir estos días de oración, fraternidad y fe. Que esta devoción siga fortaleciendo el corazón de nuestra parroquia y nos impulse a seguir el ejemplo de María, mujer de oración y de servicio”, expresó el sacerdote.
La fiesta patronal culminó con un profundo sentimiento de esperanza y oración, invitando a todos los fieles a mantener viva la devoción del Rosario en familia y comunidad, como camino seguro para crecer en el amor de Cristo.