Por tercer año consecutivo la plaza de la Parroquia de Merida se convierte el día de San Francisco en una “gran arca de Noé “ para albergar todas las mascotas que las familias presentan con fe para ser bendecidas por su párroco Edduar Molina y su equipo de pastoral de la casa común.
Este viernes 4 de octubre la fe del pueblo merideño acompañó a los peludos de la casa y juntos hicieron el compromiso de una obra de misericordia: “comprometerse a cuidar un animalito de calle , sobre todo solidarizándose con las fundaciones o ONG a su cuidado .
Que San Francisco bendiga y acompañe nuestras mascotas , signo de comunión y hermandad en un mundo que quiere amor y paz
Prensa ArquiMérida











