Prensa Arquidiócesis de Mérida
(05-02-2025) En un evento significativo para el Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) de la Arquidiócesis de Mérida, representantes del secretariado, junto al asesor del movimiento, visitaron a los grupos de la zona del Mocotíes para fortalecer la misión de ser «peregrinos de la esperanza».
La reunión se realizó en el Santuario Nuestra Señora de la Candelaria, donde más de 100 dirigentes se unieron en una jornada de reflexión y celebración.
Durante el encuentro, se llevó a cabo una emotiva eucaristía en la que se realizaron los nombramientos de nuevos coordinadores. Esta ceremonia fue una oportunidad para meditar sobre el llamado del Papa Francisco durante este año, que nos invita a ser portadores de esperanza en medio de los desafíos actuales.
Génesis Rosales de Guerrero, coordinadora del grupo Espíritu Santo, expresó su gratitud «por esta oportunidad que nos está encomendando. Agradecemos al secretariado y al padre Ronald por venir y hacernos el nombramiento aquí en Bailadores, en una actividad muy amena, donde nos brindaron las herramientas necesarias para que podamos llevar a cabo la tarea de buscar nuestra santidad y apoyar a nuestros hermanos a crecer tanto en números como en santidad».
Leonardo Arellano, miembro del grupo Santa Teresa de Calcuta de Bailadores, destacó el papel de los jóvenes en la misión y aseguró que «como jóvenes, estamos llamados a llevar esperanza, especialmente en nuestro país. Queremos transmitir que la juventud puede seguir a Cristo y que es posible seguir este bello camino».
Luis Argenis Medina y Carmen Alicia de Medina, del grupo Divina Misericordia de las Playitas, también compartieron su entusiasmo y aseguraron estar encantados de participar y pertenecer al grupo del Cursillo de Cristiandad, que es como una gran familia. «Seguimos trabajando en este año del jubileo para la gracia de Dios».
Este encuentro no solo sirvió para nombrar a nuevos líderes, sino que también revitalizó el compromiso de cada participante hacia la evangelización y el trabajo en comunidad, reafirmando la importancia de llevar la esperanza de Cristo a todos.