La feligresía celebró con gozo a los Santos Arcángeles, reafirmando su confianza en la protección celestial y renovando su compromiso de construir el Reino de Dios en medio de los desafíos del presente
Prensa Arquidiócesis de Mérida
(30-09-2025) La Arquidiócesis de Mérida celebró este lunes 29 de septiembre la fiesta litúrgica de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Dos comunidades, Jají y El Llano, vivieron con especial fervor la solemnidad de San Miguel Arcángel, patrono de sus parroquias.
En horas de la mañana, los fieles católicos de Jají se congregaron para participar en la misa central presidida por el padre Olivo León, párroco rector del Santuario San Buenaventura de Ejido, junto al padre Pedro Castellanos, la comunidad de frailes carmelitas y los sacerdotes del arciprestazgo de Ejido.

Durante su homilía, el padre Olivo recordó “la importancia que tienen los arcángeles en su intercesión y lucha contra el mal”.
Tras la eucaristía, la imagen de San Miguel recorrió en procesión las calles del pueblo, recibiendo muestras de fe y gratitud de los devotos.
Por la tarde, la comunidad de El Llano vivió una celebración doblemente significativa: honró a su patrono San Miguel y conmemoró los 110 años del natalicio del Siervo de Dios Monseñor Miguel Antonio Salas Salas, V arzobispo de Mérida y figura clave en la historia eclesial merideña.

La eucaristía fue presidida por Monseñor Helizandro Terán, arzobispo metropolitano, acompañado del párroco padre Edduar Molina y los sacerdotes Rubén González, Nelson Arellano, Eliecer Ramírez, Leonardo Arellano, Javier Muñoz, Ramón Paredes y Edgar Quintero, junto a los seminaristas del Seminario San Buenaventura.
En su homilía, Monseñor Terán explicó que San Miguel refleja “la belleza y el poder que Dios le da para convertirse en su servidor”, y recordó que, como mensajeros de Dios, los ángeles “portan la buena nueva de salvación para todos los hombres”.
El arzobispo insistió en que la vida cristiana debe traducirse en acción al afirmar que “no se agota en ritos o fórmulas tradicionales (…) La finalidad de la vida cristiana mira a una praxis: vivir y continuar la misión de Jesús”, lo que implica hacer realidad valores concretos como “el amor, el perdón, la justicia, la paz y la misericordia”.

Añadió además que, cuando los cristianos logran vivir esos valores en su entorno, “estamos demostrando la auténtica dignidad de los hijos e hijas de Dios y nos convertimos en colaboradores de San Miguel en la lucha contra el mal”.
Finalmente, Monseñor Terán pidió la intercesión del Siervo de Dios Monseñor Miguel Antonio Salas, cuyo natalicio se conmemoró en esta fecha. Monseñor Salas fue el V arzobispo de Mérida y pastor cercano a su pueblo, recordado por su profundo amor a la Iglesia y por su empeño en la formación de las comunidades cristianas.
Al culminar la misa en El Llano, la imagen de San Miguel Arcángel recorrió en procesión los alrededores de la parroquia, acompañada de oraciones, cantos y expresiones de fe.