Movida por una fe profunda y el anhelo de servir a las más vulnerables, la Sierva de Dios Madre Ysabel Lagrange fundó en Mérida la Casa Hogar “Misericordia”, un gesto de entrega que —con la complicidad del sacrificio, el amor y la compasión— se convirtió en una obra centenaria que sigue iluminando la vida de niñas en situación de vulnerabilidad